Corre la década de los cincuenta, y para una muchacha como Bárbara no va a ser fácil salir adelante. Solo tiene quince años, es inocente, buena y con una belleza deslumbrante, y lo único que desea es trabajar y ganarse su sustento para poder abandonar la casa de su tía y evitar que su tío la seduzca o, mucho peor, la viole.
Manuel Oliveira es un viudo de casi cuarenta años, comprometido con una bella mujer y dueño de esa casa donde Bárbara va a pernoctar, gracias a su amiga Natalia. Y cuando la conoce, a pesar de quedar prendado por la belleza de esa preciosa cría, ni se le pasa por la mente que él vaya a perder la cabeza por una muchacha que es más joven que su propia hija.
Ese mundo que él controla con mano férrea dará un giro total, haciendo que se comporte como nunca lo había hecho, sin importarle el daño que pueda causar y sin calibrar las consecuencias que tendrá en un futuro.