dejadme deciros que nadie tiene derecho a haceros sentir mal por los títulos de los libros que leéis. Si te gusta Crepúsculo, reina —sonrió a su alumna, que estaba a punto de alcanzar el Nirvana—, dilo. Lee. Lee lo que te apetezca, déjate seducir por títulos diferentes, ve probando. Y no dejes que nadie te convenza de que hay géneros menores.