Edgar Wallace, el prolífico autor inglés de novela policíaca, plantea en esta novela el negativo de Los cuatro hombres justos: la organización secreta conocida como El círculo carmesí ha sido creada exclusivamente para el mal. Su ingenio diabólico y su eficacia al parecer omnipotente desafían y atemorizan a la sociedad. El lector se ve internado en un intrincado laberinto de sospechas, que se desplazan sobre los distintos personajes a medida que cada sospechoso va demostrando su inocencia. El resultado es una rápida carrera de inteligencia entre novelista y lector, que podrá resolver o no el sorprendente rompecabezas, pero que no quedará nunca defraudado.