Quedarse en pana en medio del campo chileno es también enredarse en su mitología. Abrir este libro es eso: escapar de la angustia cotidiana para desprenderse hacia un mundo anacrónico, desconocido.
El fundo Las Nalcas, los patrones y sus hijos, arrieros, potros chúcaros, pescadores, bandoleros y viejos que antes de partir siguen jugando al truco. Sus historias, cruzadas a través de todos los relatos, bajo el manto de una prosa líquida tan fluida como refrescante, discurren sin formas, sin predestinaciones, pero con un sentido único. Lo cierto es que la muerte, como la lluvia, siempre caerá.
Después de publicar las novelas Tony Ninguno y Taguada, el narrador chileno Andrés Montero, ganador del Premio Iberoamericano de Novela de la Ciudad de México Elena Poniatowska 2017, continúa profundizando desde la literatura en la tradición oral y los fantasmas que esperan lejos del tejido urbano y las oficinas.