Más que un gesto de triunfalismo, este volumen tiene un afán de repechaje. Los cuentos aquí reunidos esperan un segundo encuentro con el lector, árbitro final de toda literatura. Pero esta revancha no se otorga por fallo alguno, sino como confirmación de las cualidades de una pluma fuera de serie. La visión del cronista, el alcance del novelista, la sutil capacidad para conmover del dramaturgo: el arsenal de recursos de un autor tan singular como Juan Villoro se presenta en este volumen a un examen extraordinario en el que, sin duda, quien saldrá avante es un género que no admite distracciones: el cuento.