los condicionantes que someten al espectador son la traba que le corresponde salvar para llegar a ver, y son unos cuantos: sus orígenes sociales y formación, el mercado, los museos, los historiadores, la crítica, los centros de formación de artistas, los coleccionistas, las revistas de arte y los magazines de moda, las redes sociales, la secta influenciadora, los comisarios de exposiciones, la Institución Arte en conjunto, conspiran contra tu lucha y la mía, espectadora, espectador, para mirar y ver. Pero no solo conspiran. También entrenan a mirar.