La vida cultural moderna de América Latina ha tenido su centro en la ciudad; es allí donde germinaron tendencias artísticas y proyectos intelectuales, donde se desplegaron utopías urbanísticas así como disputas ideológicas y políticas. Pero si esto es así, ¿qué características del entorno urbano le han dado a la cultura sus marcas singulares, y cómo pueden seguirse las huellas que iluminan ese proceso de interpenetración entre ciudad y cultura?
Sin afán totalizador, pero a la vez con la ambición de trascender los acercamientos aislados a una u otra ciudad, este libro busca responder esas preguntas abordando, a través de múltiples perspectivas, episodios reveladores de diferentes ciudades sudamericanas desde finales del siglo XIX hasta comienzos del XXI. Así, hay capítulos que se centran en lugares emblemáticos: un edificio en San Pablo, una calle de Río, un barrio de Buenos Aires, y otros que recorren los circuitos de escritores e intelectuales en Buenos Aires, Recife y Montevideo. En otros capítulos se analizan las producciones letradas y las de la cultura masiva: las obras de teatro en el San Pablo de los años sesenta o las telenovelas que rehicieron el imaginario de la favela en Río.
La ciudad de los márgenes se hace presente a través de las representaciones de las villas miseria en Buenos Aires y las barriadas en Lima, e incluso la anticiudad, el campo, en oposición a una Montevideo europeísta. Y también se examinan los programas urbanos gubernamentales: la Brasilia de Kubitschek, o los proyectos que convierten a Santiago de Chile a finales de los años sesenta en “capital de la izquierda”.
Las escenas y los laboratorios urbanos que estos ensayos ofrecen al lector permiten ver cada ciudad como una suerte de espejo en que las otras se presentan en nuevos ángulos; permiten identificar contrastes y coincidencias así como líneas de conectividad.