Por qué nos rebajamos de esta manera y por qué casi veneramos la privación? (Libby: «No, yo no necesito nada, nunca lo he necesitado. Puedo salir adelante con menos, con nada».) (Toddie: «Oh, no lo sé, soy demasiado tonta».) Conocemos la crueldad, ¿a qué vienen entonces esas miradas cargadas de sentimiento? Observamos, sin inmutarnos, los sesos que estallan en las películas de zombis o los destrozos causados por el impacto de una bomba, pero no soportamos la visión de niños jugando, o de animales enfermos o heridos con pelaje o plumas, o de flores que se marchitan