Marta siempre ha sido una mujer liberal y ha buscado interminables excusas para huir de cualquier compromiso en pareja. Por ello, cuando Nacho Rivas le propone una relación estable, no duda en dar carpetazo a lo que ella considera «una aventura pasajera».
En la actualidad, aprovechando sus dos semanas de vacaciones y aunque es consciente de que él es propietario de uno de los locales de moda de Ibiza, casualmente decide irse a la isla para disfrutar de unos días tan inolvidables como apasionados, con amaneceres llenos de magia, tardes de ensueño y noches de descontrol. La tensión sexual entre ambos sigue viva, pero no todo es igual que antes.
Se dice que no te das cuenta de lo que tienes hasta que lo pierdes, y Marta teme enfrentarse a esa posible realidad. También se comenta que las segundas partes nunca fueron buenas, pero… ¿y si caes rendida a los encantos de un hombre que tuviste en el pasado y que sabes que no supiste valorar?