Wërra

El hombre, además de ser el único animal que hace la guerra, también es el único que miente.

De ahí también viene guerre en francés o war en inglés o guerra en portugués

Según los filólogos, alrededor del año mil comienza a haber constancia de su uso. Aparentemente proviene del itálico, que, a su vez, la tomó del protogermánico.

Wërra, Werra o wirre.

La guerra, la peor de las porquerías inventadas por los seres humanos.

La guerra, la peor de las porquerías inventadas por los seres humanos.

No hay diferencias en el modo de narrar.

Lo dramático de algunas situaciones se termina disolviendo por completo en las evocaciones. Parecen monólogos festivos, de esos que los hombres estilan hacer en los bares después de unas cuantas copas. Monólogos que cuentan el encanto de haber estado allí y todavía estar acá. Monólogos que juegan al encanto y que jamás hablan de la mierda de la guerra.

los distintos bandos que participan en una guerra cualquiera nunca se perciben como atacantes, que siempre están defendiendo alguna cuestión que se les ocurre trascendental.

Daño colateral es un eufemismo bastante moderno con el que se intenta dar cuenta de los excesos que suelen cometer los ejércitos respecto de las poblaciones civiles durante las incursiones armadas. De algún modo, hasta cierto punto supone una suerte de avance: ahora, al menos, se los considera errores involuntarios.

A los ejércitos y a sus departamentos de prensa no les gusta fotografiar los daños colaterales que provocan las guerras.

No tiene que ver con el cuidado de los pobres civiles damnificados.

Tampoco con el buen gusto.

Se trata, simplemente, de esconder la basura debajo de la alfombra. La guerra solo quiere mostrarse, a los ojos de los que no han participado activamente en ella, como una franca contienda entre héroes. Una suerte de inocente torneo en el que a unos caballeros les toca ganar y a otros caballeros les toca perder la vida por su patria. Una fantasía que se encargan de alimentar todos los gobiernos y todos los ejércitos del mundo. La exhibición de su mierda no tendría ningún sentido, tanto esos gobiernos como esos ejércitos saben perfectamente que siempre habrá una próxima guerra y que, para esa próxima guerra, se volverán a necesitar hombres con deseos de convertirse en héroes.

una suerte de festejo por la vida, ahora que todavía lo es.