Cuando Diulia Huzarska se mudó a la casa de junto, el niño detective sospechó inmediatamente de ella. No había duda, se trataba de una bruja. Paso a paso, el niño detective narra a un oficial de policía las pistas de su descubrimiento, sin perder oportunidad para poner en práctica su pensamiento deductivo y comprobar su teoría. Una excelente trama llena de hilaridad que lleva al lector a un final inesperado.