10 cosas tontas que creen los cristianos inteligentes

Tal vez sea por eso que para él resulta tan importante que nosotros aprendamos a perdonar como hemos sido perdonados.

Señor le dará su merecido».13 Y aún en otro instruyó: «No tomen venganza, hermanos míos, sino dejen el castigo en las manos de Dios, porque está escrito: “Mía es la venganza; yo pagaré”, dice el Señor»

Un día, durante el juicio al asesino de su hijo, Aaron me confió que algunas noches permanecía despierto maquinando la manera de encontrar un asesino a sueldo en caso de que el asesino fuera absuelto

Cuando David volvió al camino de la obediencia, Dios lo restauró a los niveles más altos de utilidad

Más adelante sus hijos tendrán que responder ante Dios por sus propias elecciones

Perdonar es una gran cosa. No solo cuando se refiere a aquellos que nos han hecho algunas pequeñas cosas que nos pusieron frenéticos, sino también cuando tiene que ver con aquellos que son responsables de cosas más grandes, como en el caso del marido infiel de Chelsea o del asesino del hijo de Aaron, y de muchos otros que han ocasionado un daño real y destrucción en nuestras vidas.

Cuando les extendemos nuestro

Cuando les extendemos nuestro perdón a aquellos que no tienen excusa –y por cosas que la mayor parte de la gente consideraría imperdonables– nos parecemos más a Jesús. Recordemos que él murió por pecados que nunca cometió, para perdonar a gente que no tenía derecho a ser perdonada

¿El perdón implica restaurar una relación rota a su estado original? ¿Significa que tenemos que confiar en la otra persona de nuevo? ¿Implica invitarla a nuestra próxima fiesta?

Algunas personas piensan que sí. Una vez que han sido perdonadas, esperan ser restauradas inmediatamente a una relación plena de completa confianza.

confianza, las relaciones cercanas y el perdón no necesariamente están conectados entre sí. En tanto que el perdón nos permite dejar de lado toda amargura y planes de venganza, no hace que alguien se vuelva digno de confianza ni convierte a esa persona en nuestra mejor amiga. La confianza debe ganarse. Las relaciones sociales cercanas constituyen un privilegio. No le debemos a nadie ninguna de las dos

Cuando les extendemos nuestro perdón a aquellos que no tienen excusa —y por cosas que la mayor parte de la gente consideraría imperdonables— nos parecemos más a Jesús.