La comunicación y el placer son la base. En la comunicación, compartimos información construyendo significados creativos, todo comunica, es un intercambio en el que experimentamos un flujo de transmisión y recepción. ¿Qué sensaciones tenemos? ¿Qué emociones atraviesan nuestros cuerpos? Sentimos placer cuando nos permitimos satisfacer nuestras necesidades plenamente: al comunicarnos, al entrar en contacto con algo o alguien que elegimos, al estirarnos, cuando comemos, compartimos, cuando fantaseamos, imaginamos y recordamos… y cuando transgredimos. Ese es el placer que obtenemos fuera del constructo normativo. Nos erotizamos de forma diversa y, en ese sentido, caben multitud de modelos en cuanto a forma de expresión, géneros, belleza, prácticas, ya sean habituales, insólitas, manidas, disidentes…