no es raro que graduados universitarios con formación filológica, lingüística y literaria, pero no metodológica, se hayan orientado a la enseñanza de aspectos lingüísticos instrumentales para la que, inicialmente, no se habían formado. En estos casos, la base académica puede ser sólida, pero la formación metodológica tiende a ser autodidacta y con un fuerte componente intuitivo.