El mismo polvo de L. M. Oliveira se construye de relatos, de saltos en el tiempo y en el espacio que sorprenden, intrigan y evidencian las contradicciones humanas. El camino por el que el autor nos guía muestra escenarios que expresan la inmensidad de nuestra realidad y resaltan aquellos defectos y pulsiones que nos conectan. Es una novela de descubrimiento y desencanto, pero también de vínculos y asombro.