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Juan Rulfo

Pedro Páramo

  • Marda Zuluagahas quoted4 months ago
    ¿La ilusión? Eso cuesta caro. A mí me costó vivir más de lo debido.
  • Marda Zuluagahas quoted5 months ago
    Quisiera volver al lugar de donde vine.
  • Grishas quoted16 days ago
    —¿Cuántos pájaros has matado en tu vida, Justina?

    —Muchos, Susana.

    —¿Y no has sentido tristeza?

    —Sí, Susana.

    —Entonces ¿qué esperas para morirte?

    —La muerte, Susana.

    —Si es nada más eso, ya vendrá. No te preocupes.
  • Desyréehas quotedlast month
    —No creas. Él la quería. Estoy por decir que nunca quiso a ninguna mujer como a ésa.
  • Abi Gaelhas quoted36 minutes ago
    —¿Está usted viva, Damiana?
  • Abi Gaelhas quotedyesterday
    ERA ESE TIEMPO de la canícula, cuando el aire de agosto sopla caliente, envenenado por el olor podrido de las saponarias.
    El camino subía y bajaba: “Sube o baja según se va o se viene. Para el que va, sube; para el que viene, baja.”
    —¿Cómo dice usted que se llama el pueblo que se ve allá abajo?
    —Comala, señor.
    —¿Está seguro de que ya es Comala?
    —Seguro, señor.
    —¿Y por qué se ve esto tan triste?
    —Son los tiempos, señor.
  • Abi Gaelhas quotedyesterday
    VINE A COMALA porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre me lo dijo. Y yo le prometí que vendría a verlo en cuanto ella muriera. Le apreté sus manos en señal de que lo haría, pues ella estaba por morirse y yo en un plan de prometerlo todo. “No dejes de ir a visitarlo —me recomendó—. Se llama de este modo y de este otro. Estoy segura de que le dará gusto conocerte.” Entonces no pude hacer otra cosa sino decirle que así lo haría, y de tanto decírselo se lo seguí diciendo aun después que a mis manos les costó trabajo zafarse de sus manos muertas.
    Todavía antes me había dicho:
    —No vayas a pedirle nada. Exígele lo nuestro. Lo que estuvo obligado a darme y nunca me dio… El olvido en que nos tuvo, mi hijo, cóbraselo caro.
    —Así lo haré, madre.
    Pero no pensé cumplir mi promesa. Hasta que ahora pronto comencé a llenarme de sueños, a darle vuelo a las ilusiones. Y de este modo se me fue formando un mundo alrededor de la esperanza que era aquel señor llamado Pedro Páramo, el marido de mi madre. Por eso vine a Comala.
  • Alfonso Velascohas quoted3 days ago
    Quítale el “estoy seguro que”. Quítaselo desde ahorita y ya verás cómo todo sale bien
  • Alfonso Velascohas quoted3 days ago
    pedazos como si rociara la tierra con nuestra sangre.
  • Alfonso Velascohas quoted3 days ago
    Este mundo, que lo aprieta a uno por todos lados, que va vaciando puños de nuestro polvo aquí y allá, deshaciéndonos en peda
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