Una anciana sentada en un jardín espera. Treinta años. En el jardín del manicomio de Montdevergues. La mujer es Camille Claudel, a quien muchos sólo recuerdan por ser la amante del escultor Rodin, aunque ella misma era una artista magnífica. Pasado y presente se mezclan, con una prosa portentosa y unas descripciones bellísimas, en esta novela que cuenta una época (finales del siglo XIX y comienzos del xx) y una vida de manera ejemplar. No es la enfermedad de Camille, esa locura de amor, ni el estudio del entorno familiar, lo que interesan a Desbordes, sino lo que no había sido dicho hasta ahora… No hay anécdota o juicio en su novela.
Con esta historia ferviente, el lenguaje alcanza la excelencia para contarnos la tragedia “tranquila” de habitar los límites de uno mismo. Desbordes indaga, literaria y emocionalmente, en los interiores del alma femenina, de un alma arrastrada por la belleza, de un alma despojada de toda esperanza y aun así llena de esperanza. No cabe decirlo de otro modo: un libro poderoso.
«La vida de Camille Claudel, narrada con la contención y elegancia de quien no pretende atrapar al lector mediante el morbo sino tirar de él hacia la raíz de la verdad humana, tan destructiva como fértil, contiene todos los ingredientes del relato mítico y, sin embargo, fue real.»
Isabel González, El Mundo