Una guerrilla ha resurgido. Un cacique se cree perseguido por el espíritu de su esposa recién fallecida. Una de sus dos hijas se sumerge en la locura, lo que obliga a su nieto a volver de la ciudad para cuidarla. La otra se hunde en el remordimiento. Su hijo no reconocido lucha contra lo que considera una injusticia por parte de su padre. La amante que tiene fama de hechicera. Un negocio, una familia, un pueblo y un pasado donde la sangre es el aceite que mantiene en marcha la maquinaria hasta ahora infalible del cacique.
“Los demonios de la sangre” es una novela donde los lazos familiares asfixian, cuyos personajes recluidos en sus pensamientos son incapaces de comunicarse con el otro si no es a través de la ira y el miedo.
Con un estilo descarnado y directo, Alejandro Paniagua nos plantea una historia de opresivos ambientes rulfianos y se da el lujo de incluir algunos guiños a “La tempestad” y “El rey Lear” de Shakespeare.
Intimista, potente y sobrecogedora, esta novela obtuvo mención honorífica en el Premio Lipp de Novela en su edición 2016.