Se recogen aquí los pasajes de la magna obra de Victoriano Salado Álvarez que dan cuenta del regreso a Europa de la emperatriz Carlota, desconsolada y abatida, y los tristes síntomas que le harían perder la razón al recluirse en el Vaticano. Carlota Amalia llegó a vivir hasta bien entrado el siglo XX, aunque los enredos de su mente seguían rondando la pesada melancolía y la dolorosa nostalgia por Maximiliano de Habsburgo y su trágico final.