Los cuentos reunidos en Muerte en el bosque, recopilación de aquellos dos volúmenes, pueden enmarcarse dentro de lo que la crítica denomina literatura fantástica. Las raíces de este género vienen de lejos, de la antigüedad, de los mitos; más en nuestro tiempo asume una dimensión nueva: para algunos escritores el universo real comporta un desencanto que consideran necesario transmitir al lector. Y si nada de lo que les rodea les parece mejor que su sueño, su imaginación crea entonces un mundo alterno, en el que existen otros destinos, regidos por otras leyes. El héroe antiguo podía esperar auxilio de la divinidad, pero ahora ésta se halla lejos y el héroe solo.