se sentía lleno de vida y de energías. ¡Tenía tantos proyectos, tantos negocios planeados, quería tantas cosas! Deseó ardientemente, con toda su alma, encontrarse en otro día, sentado frente a su escritorio dictando en la grabadora, corriendo de aquí para allá, corriendo siempre para ganarle tiempo al tiempo. ¡Que todo hubiera sido una horrible pesadilla!