Toda narración, incluso aquella que pretende imitar la vida, es una ficción. Un artificio. El escritor sale al mundo y nos devuelve una visión de la vida, no la vida. Partiendo de esta premisa, Marcos Giralt Torrente se enfrenta en este relato íntimo a un tema universal: la muerte del padre.
A partir del dolor por la pérdida, reconstruye la relación con su padre, el tiempo de vida que compartió con él, con asombroso afán de fidelidad. Sin eludir las zonas de penumbra pero sin recrearse en ellas, sorteando con equilibrio cualquier exceso. De esa forma, con ayuda de una prosa hipnótica y concisa, la propia experiencia se transforma en experiencia de todos. El resultado es un libro conmovedor que abraza y golpea a un tiempo. Ni un homenaje ni un ajuste de cuentas. Un intento de comprender la relación más compleja que cabe entre dos personas.
El retrato de un padre y un hijo. Un inventario de vida en el que casi nada se calla y en el que, por eso, aparece la vida tal y como es: con sus tristezas y encrucijadas pero también con sus jubilosos descubrimientos.
Un gran libro, una confesión valiente y hermosa.
«Tiempo de vida, de Marcos Giralt Torrente, es una obra muy sofisticada, muy literaria, con una sinceridad poco usual, una desnudez fantasmagórica. Un texto, en cierta medida, sanador» (Rosa Montero, Babelia).
«Un libro conmovedor que no cae en el sentimentalismo ni en el ajuste de cuentas. El retrato de un padre pintor, dibujado por su hijo, de una elegancia y valentía exquisitas» (Ángeles López, libro recomendado como lectura para vacaciones por Cultura/s de La Vanguardia).
«Emocionante intensidad» (M. Rodríguez Rivero, Babelia).
«Giralt es un escritor (…) No quedan muchos así» (Ray Loriga, El País Semanal).
«Sin duda, el libro que más me ha conmovido en mucho tiempo» (Ignacio Martínez de Pisón).
«La pérdida convertida en reencuentro, una estremecedora reflexión sobre las más duras complicidades entre la ficción y la vida. Un libro inolvidable» (Pedro Zarraluki).
«(Un libro) Hermoso, elegante, valiente, pudoroso e impúdico, y condenadamente bien escrito, con el alma puesta en cada oración gramatical» (Ángeles López, Qué Leer).
«Una bellísima, emocionante y valiente obra, donde el autor narra la compleja y amorosa relación que mantuvo con su padre, el pintor Juan Giralt, fallecido hace tres años. No lo duden, esta historia universal sobre las relaciones paternofiliales removerá sus conciencias, sus meninges y sus aurículas» (Óscar López, El Periódico).
«El autor narra en Tiempo de vida la relación con su padre, y lo hace con proximidad, cotidianidad, tejiendo un puntiagudo tapiz y hundiéndose en cada palmo de la historia común a través de una exposición magistral, tan llena de dolor como de compasión (por ambos, padre e hijo). Esta compasión, este deseo hondo de comprender, de perdonar, de seguir viviendo sin el resentimiento que suele quedar como herencia, es lo que distingue quizá al libro de Giralt Torrente de otros del mismo género. O sea, le distingue su grandeza, su aliento… Un libro valiente» (Alejandro Gándara, El Escorpión).
«En Tiempo de vida, Marcos Giralt Torrente explora y traza, con maestría singular, el mapa de una experiencia universal —aquello que, como escribió Joan Didion, " Nos sucederá a todos. Aunque los detalles sean diferentes"— a la vez que redacta el manual de instrucciones de cómo vivir para contarla. Sin ánimo de sonar ingenioso, sólo añadiré que la imperfecta agonía y la inevitable muerte de un ser querido parecen ofrecer cierto redentor consuelo y hasta una inmortal razón de ser si al menos son, también, responsables directas del nacimiento de un libro perfecto e imprescindible como éste» (Rodrigo Fresán).
«Marcos Giralt Torrente es un escritor personalísimo, elegante, y aquí alcanza el nivel máximo de emotividad, de revelación y de desnudez. Tiempo de vida es, probablemente, uno de los más hermosos libros sobre la figura del padre que se han escrito en los últimos años» (Antón Castro).
«Implacable y luminosa» (J. Ernesto Ayala-Dip, Babelia).
«Magnífica obra. Para mí una de las satisfacciones lectoras más profundas de los últimos años» (Joan Barril, El Periódico).
«Una reconciliación cuya emotiva y luminosa nobleza (no hay un gramo de cursilería en las inspiradísimas páginas finales) ponen un gran broche a este, en definitiva, magnífico libro» (Laura Freixas, Culturas de La Vanguardia).
«Pocos lectores-hijos o lectores-padres (o sea, ningún lector) podrán dejar de estremecerse por la crudeza llena de sensibilidad con la que se reflejan los sentimientos ambivalentes propios de muchas relaciones paterno-filiales… Este es un libro que merece durar, quedar de referente en el género memorialístico» (Luis Matías López, Público).
«Un libro soberbio de bueno, de valiente, de conmovedor» (Elvira Huelbes, www.cuartopoder.es).
«Una novela auténtica, intensa y descarnada, sin ninguno de los tópicos a los que se presta el tema de las relaciones de familia» (J.A. Masoliver Ródenas, Culturas de La Vanguardia).
«Sorprendente e interesantísima ficción sin invención. Una conmovedora y extraña historia en torno a la muerte del padre» (Enrique Vila-Matas, Babelia).
«Es un hijo el que rememora, el que sufre, el que busca el abrazo final, el que se siente culpable… El resultado es excelente, una gran lección de vida» (Ana Caballé, ABC Cultural).
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