En los últimos años se ha visto una explosión de protestas contra la brutalidad policial y la represión. Entre activistas, periodistas y políticos, el debate sobre cómo mejorar la actuación policial se ha centrado en la responsabilidad, la formación y las relaciones con la comunidad. Pero estas reformas no producen resultados, si no se aborda el meollo del asunto: la naturaleza de la policía moderna. La militarización del orden público y la dramática expansión del papel de la policía durante los últimos cuarenta años han otorgado unas competencias a los oficiales que deben revertirse.
Vitale trata de ampliar la discusión pública revelando los orígenes corruptos de la policía moderna, concebida como herramienta de control social. Muestra cómo la expansión de la autoridad policial es incompatible con el empoderamiento de la comunidad, la justicia social e incluso la seguridad pública.
Basándose en investigaciones pioneras de todo el mundo y cubriendo prácticamente todas las áreas de la gama cada vez más amplia del trabajo policial, Alex S. Vitale demuestra cómo la aplicación de la ley ha llegado a exacerbar los mismos problemas que se supone que debe resolver.