La mitología está equivocada. Todo lo que sabemos es una mentira.
Para ganar la guerra contra los titanes se necesito más que sólo el poder de los dioses. Zeus no podía derrotar a los titanes por si solo, así que creó un arma: doce creaturas conocidas como los Yokaiju. Armas que funcionaban perfectamente para derrotar a los poderes primordiales. Pero para hacerlo, necesitaban estar vivos.
Una vez que la victoria quedó asegurada, las armas decidieron que no necesitaban servir a nadie y traicionaron a sus creadores. Como un último esfuerzo, Zeus crea al Ópticon utilizando los poderes de todos los dioses en el campo de la batalla final. Lo utiliza para robar sus almas y asegurar la victoria al precio más alto que se le pudo haber ocurrido.
Eones después, las almas de los Yokaiju son liberadas en el mundo moderno de alguna manera, y lo único que quieren es venganza. Zeus consigue el Ópticon y elige a su campeona. Samantha Waters. Una criminal y guerrera dudosa, la última humana con sangre divina en la Tierra, involucrada en la batalla con un poder imparable.
Ahora, el Ópticon, con una voluntad propia, y una humana que nunca ha hecho nada por nadie, deben trabajar juntos para enfrentarse a los Yokaiju, los dioses, y otras fuerzas cósmicas para salvar a toda la creación — o morir en el intento.