El nacimiento de su hija Luna no trae certezas para el joven protagonista de esta novela sino miedo y preocupación, y es en su padre adonde va a buscar consejo, como lo hizo siempre. Pero ese hombre brillante y encantador, que viaja por el mundo dando conferencias y parece tener la mejor solución en cualquier circunstancia, de un día para el otro desaparece de su vida sin dar explicaciones.
La decisión es tan inesperada que no puede sino despertarle un sinfín de preguntas. ¿Quién es en verdad su padre? ¿Qué lo hizo actuar así? ¿Qué hay de cierto en todos los relatos que le contó? En la galería oscura que parecen ser las muchas vidas que ha tenido, hay un misterio que obsesiona al protagonista: ¿qué ocurrió con su primera esposa e hija?
Mientras se esfuerza por llevar adelante una familia y entenderse con la pequeña Luna, se da cuenta de que, hasta que no encuentre algunas respuestas, no podrá escribir su propia historia ni estar en paz. La otra hija es una novela honda y perturbadora. La sobriedad de su prosa esconde un dominio perfecto de lo que se dice y lo que se calla y por eso sorprende, cautiva y conmueve tanto.