Piensa en cuánto me quieres —había susurrado—. No te voy a pedir que me quieras siempre como ahora, pero sí te pido que lo recuerdes
b7380837836has quotedlast month
Las marcas que deja el sufrimiento se deben comparar más bien a la pérdida de un dedo o la pérdida de visión en un ojo. Puede que en algún momento no notemos que nos faltan, pero el resto del tiempo, aunque los echemos de menos, nada podemos hacer.
Adal Cortezhas quoted4 months ago
—Muchas veces, los amigos nuevos —dijo él, como si estuviera haciendo una observación importante— lo pasan mejor juntos que los viejos amigos.
Adal Cortezhas quoted4 months ago
A veces resulta más difícil privarse de un dolor que de un placer, y el recuerdo le obsesionaba tanto que, por el momento, lo único que podía hacer era seguir fingiendo.