La pregunta que en los Hechos de los Apóstoles Felipe hace al etíope funcionario de Candace cuando intentaba leer al profeta Isaías -"¿Entiendes lo que estás leyendo?" (Hch 8,30)— también vale para la liturgia: "¿Entiendes lo que estás celebrando?". La respuesta es la misma del etíope: "¿Y cómo puedo entender, si nadie me guía?" (Hch 8,31).
La mistagogía es el método y el instrumento que la Iglesia antigua nos ha legado para guiar hacia el misterio, para hacer que los creyentes vivan de lo que celebran. Lo que la lectio divina es para las Escrituras, es la mistagogía para la liturgia, aunque así como en las últimas décadas los creyentes han crecido grandemente en el conocimiento de la Biblia, que se ha convertido en verdadero alimento de su vida espiritual, no ha ocurrido lo mismo con la liturgia.
Por esta razón, Boselli, a través de diversos artículos, propone una lectura mistagógica de algunas partes de la celebración eucarística y al mismo tiempo actualiza el sentido de la liturgia como modo de ser Iglesia y como manantial de ética social y evangelizadora.