Una forma simple de escribir, que te va llevando por un camino de calles vacías llenas de gente, entender que los días son eso, sólo días que pasan y se llevan la vida, se llevan un poco de ti, no puedo dar más de lo que tengo y en cada letra me doy, mueren pidiendo a gritos vivir una oportunidad, a eso que llamamos amor.
Está en tus manos el material escrito de un corazón que llora, que ama, que ríe y, cansado de buscar, encuentra, a veces nada, a veces las palabras precisas de un olvido constante, adentrarse en la escritura de una forma sutil, lenta, suave, para entender que los sentimientos se disfrazan de tantas cosas, a veces de nudos en la garganta, otras de rabia e impotencia y en mi caso, en mucho de los casos, en letras, notas delicadas que bailan bajo el aire de un amor que muere y nace, se derrumba y se construye.