El libro presenta once trabajos sobre un debate historiográfico, el estudio de cómo se construyeron y asimilaron las diferencias humanas y culturales. Aunque concede una atención especial a América hasta el siglo XIX, integra otros espacios relacionados con la España colonial como Filipinas o Marruecos. La percepción del otro, comenzando por quién designa y es designado como otro, no es un tema nuevo en la historiografía, pero sigue vigente por su capacidad de integrar las visiones de dominadores y dominados, por su metodología interdisciplinar (representada en el libro por la colaboración de historiadores, historiadores del arte o antropólogos) y por la naturaleza universal de algunas de sus conclusiones, las cuales permiten relacionarlo con el presente.
En resumen, una propuesta amplia e integradora que interroga al pasado sobre un tema definitorio del ser humano y que, por eso, nunca deja de ser actual. Quizás, si comprendemos los fenómenos de identidad y alteridad como construcciones culturales, podamos favorecer la formación de sociedades más respetuosas y pacíficas