Esto dijo el dragón: «Todo en el universo se rige por la obediencia… todo menos una pequeña llama que arde en el interior del hombre». Después del gran despliegue narrativo de Brilla, mar del Edén (Premio Nacional de la Crítica), Andrés Ibáñez se adentra con La duquesa ciervo en un mundo fantástico y medieval para contarnos la historia de Hjalmar, aprendiz de mago, y de su encuentro con la fascinante duquesa ciervo. Un mundo entero se despliega ante nuestros ojos, vivo hasta en los menores detalles: la populosa ciudad de Irundast, dominada por la Torre de los Magos donde viven la bella Aliso, el rey Urbán y el archimago Saamsar de Olden, y luego todo un orbe de esclavos y de inmensos imperios sin límites, de religiones fanáticas y antiguas leyendas. Las etapas del estudio de la magia, una gran historia de amor que fluctúa entre lo posible y lo imposible, un gran viaje a través del mundo, una selva donde se borra la diferencia entre sueño y vigilia, una guerra infinita por conquistar una ciudad que flota sobre las nubes, una sociedad donde los osos conviven con los hombres e innumerables historias secundarias componen un vasto fresco animado con la energía de las antiguas novelas de aventuras. Y sin embargo, este mundo de niebla y fantasía se parece dolorosamente al nuestro. Sus dragones y cadenas son los mismos que nosotros sufrimos hoy en día. La duquesa ciervo es una exploración interior en busca de los fantasmas que dominan nuestra psique y también una reflexión sobre el poder, la esclavitud y la libertad. Sobre la anterior novela de Andrés Ibáñez la crítica ha dicho: «Una pieza maestra a la altura de Roberto Bolaño.» José María Pozuelo Yvancos, ABC Cultural «Sin duda el gran acontecimiento literario español de 2014. Brilla, mar del Edén es una obra mayor de experiencia e iluminación, y no hay nada parecido en la historia reciente de la literatura española ni, creo, en la de cualquier época.» Ismael Belda, “El paso del mulo”, Revista de libros