Primero el éxito en casa.
Busca y merece la ayuda divina.
Nunca te comprometas con la deshonestidad.
Acuérdate de las otras personas implicadas.
Escucha a ambas partes antes de juzgar.
Pide consejo a otros.
Defiende a los que no están presentes.
Sé sincero pero terminante.
Desarrolla una nueva habilidad cada año.
Planifica hoy el trabajo de mañana.
Lucha mientras esperas.
Mantén una actitud positiva.
Conserva el sentido del humor.
Sé ordenado en tu persona y en el trabajo.
No temas a los errores; teme sólo la ausencia de respuesta creativa, constructiva y correctiva a esos errores.
Facilita el éxito de tus subordinados.
Escucha el doble de lo que hables.
Concentra todas tus habilidades y todos tus esfuerzos en la tarea que tienes entre manos, sin preocuparte por tu próximo empleo o tu próxima promoción