Reflexión sobre cómo podemos pensar esta repetición, ya no interpretando las resistencias de lo social contra el psicoanálisis, sino en relación con los analistas, con la comunidad analítica, y su implicación en ello.
En este libro Jacques-Alain Miller muestra que el psicoanálisis está vinculado a la libertad de palabra y, a través de ella, a los derechos humanos. Hemos visto últimamente tres historias de tres mujeres: primero, la liberación de Rafah Nached (Siria) y, más recientemente, Mitra Kadivar (Irán) y Raja Ben Slama (Túnez). Esa serie de tres mujeres, y el hecho de que se trate de psicoanalistas, pone de manifiesto lo que Lacan había anticipado: la vinculación del psicoanálisis, no con la libertad, sino con las libertades. No se trata del concepto abstracto, metafísico de libertad, sino de lo que está en juego en la práctica, es decir, si se puede practicar el psicoanálisis, o no, con sus consecuencias. Es ahí donde podemos decir si creemos o no en la democracia.