Narrar es disponer acontecimientos en el tiempo: el tiempo de la ficción transforma a su antojo el tiempo del calendario. Los acontecimientos de la novela o del cuento constituyen un proceso temporal; ocurren durante un cierto período y se suceden en un cierto orden. Así, el tiempo determina el ritmo, la estructura, la ambientación, configura el espacio y el personaje de la historia narrada. Pero, a la hora de escribir, ¿qué momentos de la vida de los personajes escojo? ¿En qué tiempo lo narro? ¿Por qué un narrador cuenta desde el presente y otro desde el pasado? ¿Cómo se caracteriza la acción? ¿Cuál es su relación con los tiempos verbales? Estos son algunos de los interrogantes que solventa esta guía.