Anabell hizo de todo para que Dylan, su relación más larga, llevara a la relación a otro nivel… En la cama. Fueron meses de coqueteos, insinuaciones y profundos escotes.
¿Qué fue lo que hizo Dylan? Engañarla, engañarla con su prima, La Rusa.
El despecho es peligroso. ¿Pero algo más peligroso que eso? Una botella de Vodka. Entonces, con estos dos ingredientes, Anabell decide tomarse una sexy, caliente y reveladora foto destinada a Dylan para así demostrarle que hizo la elección equivocada al decidirse por la chica rusa.
¿El problema? Ella escribió un 0 y no un 8 en el destinatario de la foto.
Jared solo quería dormir la noche que su celular sonó, pero el sueño se fue en el momento en el que vio la linda e inolvidable foto que cierta chica le había enviado. Él no es Dylan y no conoce a ninguna rusa, pero sin duda alguna le gusta lo que ha visto.
Ahora Jared y Anabell viven una doble vida de mensajes picantes. Las fotos no van a detenerse y nadie debe saberlo más que ellos; después de todo, son fotos censuradas. Es de esta manera como ambos descubren no ser lo que buscaban, pero si lo que necesitaban. Entre divertidas experiencias, amigos alocados, un hermano gay, perversión y muchos recuerdos confusos de una niñez traumática, Anabell y Jared cayéndose atraen el uno al otro. Cuando todo se complica, el pasado emerge y los recuerdos regresan, la pareja deberá demostrar que es capaz de sostenerse y continuar con su alocada y épica relación.