Lo releeré. La versión de Alberto Blanco es muy accesible a la comprensión, no se torna críptico, es directo y logra transmitir mucha de la esencia del budismo (en general). El prólogo también es una atinada introducción para cualquier persona que le interese este tipo de lecturas, sea por curiosidad o por continuar el estudio del budismo (complementario a sus prácticas), incluso si alguien está atravesando algún mal momento y quiere una guía distinta desde el pensamiento sensible y espiritual. Muy recomendable.