Mark se queda solo en casa para poder concentrarse en su trabajo en el despacho jurídico: su esposa Simone se marcha de vacaciones a la casa de verano, y su joven criada lituana pronto desaparecerá también al irse a casa a visitar a su familia.
Lo que Mark no podía prever es que su plan se verá alterado tras la visión “accidental” de su criada inmersa en un momento de placer que desata la pasión y el inicio del fin de su hasta entonces aburrida e insípida vida sexual…
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«Su miembro se estremeció un poco y ya había pasado un rato largo desde que había intentado prestar atención a la sección de las cotizaciones en bolsa. Ella jugueteó con sus pezones, los pellizcó y tiró de ellos haciendo que se pusieran duros y puntiagudos. No tardó mucho en ver cómo su mano se deslizaba hacia abajo por encima de su vientre y más abajo hacia su pubis.»