las líneas pueden fugar a un punto más bajo. Si miramos los objetos que se encuentran a nuestro alrededor, comprobaremos que de algunos sólo vemos la parte superior mientras que de otros únicamente apreciamos alguna de sus caras o incluso la parte inferior. Esto se debe a que los primeros se encuentran por debajo de la línea del horizonte, y los segundos, por encima.