A pesar de lo anterior, y de las facilidades que existen para acceder al aprendizaje, no todos parecen “interesados” de la misma forma en dicha oportunidad, mostrando algunos más problemas para llevar el mismo nivel que el resto, lo que en algunos casos “obliga” a los padres a “sacarlos” del sistema, por entender que su hijo “no sirve” para aprender, aproximación que denota una relación aprendizaje-escuela que no es del todo correcta, ya que ese mismo hijo puesto en otro tipo de centro, como las escuelas taller, donde se desarrollan más las habilidades que los conocimientos prácticos, puede hacer que no sólo mantenga el ritmo de sus compañeros, sino que incluso puede llegar a destacar; y todo ello por realizar una mejor elección en cuanto al aprendizaje del menor, ajustado a sus necesidades e intereses.