Johann Veraguth, un pintor de renombre mundial cuyas fama y fortuna parecían destinadas a procurarle una vida idílica en Rosshalde, su magnífica y misteriosa residencia. Sin embargo, deberá luchar denodadamente para no quedar atrapado en las tribulaciones de su vida doméstica. Su familia es pequeña (esposa y dos hijos) y su vida un misterio tan profundo como su alma. La historia se proyecta en una sociedad protocolar y con fuertes valores; una comunidad que podría ser de principios del siglo pasado y donde se debía cumplir con rígidos mandatos sociales. Las reglas implícitas de la sociedad parecen caer todas sobre Veraguth. Este es un hombre introspectivo, misterioso y sobrio que se dedica enteramente a su obra artística. Sin dudas se trata de un pintor reconocido y de fama mundial que ha logrado tener una posición económica abultada. Rosshalde, con su esplendor y comodidad, era el espejo de la fortuna y el reconocimiento que ha alcanzado el pintor.