Seis años pasaron desde que Jack Gibson, agente especial de la DEA, se entrevistó con Andrés López, para ese entonces narcotraficante activo, en el «Headquarter» de la DEA en Miami, y seis años desde que se convierte en el enemigo público número uno, de un grupo de peligrosos narcotraficantes colombianos. Ellos fueron responsables de los hechos de espionaje, traición, delación y asesinatos, más escalofriantes e impactantes jamás cometidos por organización alguna. Desde su condición de narcotraficante y después de colaborador de la justicia norteamericana, Andrés tuvo acceso a agentes federales del Gobierno, informantes, narcotraficantes, paramilitares, guerrilleros, amigos, enemigos y cerebros de la organización; hasta incluso tener contacto con fuentes ultra secretas al interior de la narcoactividad. De esta manera logró revelar la verdad. Una verdad que por primera vez se escribe desde la profundidad de ella misma, no solo por lo que cuenta, sino también por quien lo cuenta. Este es un libro escalofriante en cuyo límite la realidad y la fantasía, parecen confundirse. Escribir sobre el narcotráfico desde la perspectiva de uno de sus sobrevivientes, es también conocer una verdad terrorífica, muchas guerras, muchas misiones, muchas traiciones y un sólo protagonista. Casi todo se conoce en el mundo de las drogas y quizás mucho de ello se ha escrito, lo que no es tan sabido, es que esos mismos barones de la droga son los autores de la destrucción de su propia organización. Conozca las entrañas de esta historia en El Cartel de los Sapos.