acabar la guerra, Alemania se vio afectada por una plaga de jabalíes que, a su manera, eran tan aterradores como las bandas de merodeadores compuestas por desplazados del este de Europa. Los jabalíes devoraban las patatas y otros cultivos. Los agricultores se armaron de arcos y flechas, pues se les había obligado a entregar sus armas de fuego. La mayoría no tenían modo de darles muerte, y los animales acababan siendo víctimas de los soldados aliados, que los cazaban por deporte y no por hambre.