Todo es posible, estaba diciendo; pero necesito silencio. Hoy por primera vez no he visto a nadie y mi libro [Las olas], por ahora una llama muy temblorosa, empieza a dibujarse. No sé si la música necesita una protección que la rodee. La escritura es tan terriblemente sensible al ambiente. Si pudiese sentarme aquí sola durante tres meses, diciendo las mismas cosas, haciendo lo mismo día tras día, entonces, al final, tal vez algunas páginas estarían sólidamente escritas