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Elaine Vilar Madruga

El cielo de la selva

  • Antolina Castillo Ramírezhas quotedyesterday
    La pobreza here-dada de generación en generación, más tenaz que la muerte, porque era vivir como muertos en vida, sin esperanza de un antes o un después. Cuando había pan era del hijo. Si había arroz era del hijo. Para la madre nada. Las madres nada merecen tener y ella se había cansado de eso, del hijo y de su peso, de su pobreza heredada, de ser mujer y del derecho al hambre que no le permitían sentir.
  • Beckhas quoted4 days ago
    Los cuartos de los niños eran ataúdes en pausa.
  • Beckhas quoted4 days ago
    no iba a doler si uno era bueno, siempre lo ha dicho.
  • Beckhas quoted4 days ago
    Acá se viene a morir, a la vida me refiero, y a la selva también.
  • Beckhas quoted4 days ago
    Padre nuestro que estás en la selva, danos hoy nuestro pan de cada día, la carne y la sangre para a comer y beber a tus pies.
  • Beckhas quoted4 days ago
    n la selva no existía otro dios que no fuera la selva misma.
  • Beckhas quoted4 days ago
    Es como si Ananda hubiera ganado la capacidad de anunciar la desgracia en el mismo instante en que perdió la capacidad de ser humana.
  • Beckhas quoted4 days ago
    Sé lo que significa el silencio en una selva que está llena de grillos. Sé que la selva nos observa y escucha, porque a ella no le gustan los juegos de la memoria. El silencio da calofrío.
  • Beckhas quoted4 days ago
    En la ciudad había tanta hambre en esos tiempos que se comía cualquier cosa. Un gato, un perro, un pedazo de cuero.
  • Beckhas quoted4 days ago
    Al principio no daba tiempo ni de encariñarse porque los chamacos eran pocos y la selva se los llevaba pronto, a los tres, a los cuatro años, a uno se lo llevó con apenas unos días de nacido.
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