Cuentos que nacen de un hilo de luz colgado en la ventana. Personajes que atraparon al autor para llevarlo a su mundo y convertirlo en su emisario. Cuentos imposibles que se vuelven posibles en ese trotar de fantasías, todas descifradas desde una esfera de luz, desde un bit o desde la muerte, que rima con calle, con polvo, con tapanco, con mueca o con silencio.