Betibú

Acordate, pibe, mucha calle, ser entrador y mimetizarte con la situación: vos tenés que ser el ladrón, el asesino, el muerto, el cómplice, lo que haga falta para entenderles la cabeza

Pero la diferencia es que él entonces tenía maestros, en la redacción y en la calle, y como no estudió más que el bachillerato se salvó de la virgen petulancia de algunos que hoy vienen directo de la Universidad. Al pibe le sobra Google y Universidad, y le falta calle, piensa Brena

Nurit Iscar no fuma, nunca fumó, odia el olor a cigarrillo y espera que permitir que otros lo hagan en su casa sea un acto de amor y no de sometimiento. Aunque a veces se lo cuestiona sin llegar a una conclusión definitiva: ¿amor o sometimiento? Y no sólo con respecto al cigarrillo

La mujer ya no grita, la furia dio paso a alguna otra cosa. Una mezcla de rencor y resignación. Intercambia

Habría que inventar un nuevo género literario: la ficción paranoica. Todos son sospechosos, todos se sienten perseguidos»

con sus relatos policiales para el diario, él cuenta al público qué ocurrió y cómo pero siempre llega después del choque o del crimen, tiene que revivirlo imaginativamente con testimonios e indicios. Nunca, hasta ahora, el suceso se desenvolvió ante sus ojos ni el alarido de la víctima entró por sus propios oídos de cronista»