—Hablaría con cualquier criatura si me ayudara a entenderte.
—¿Caminarías a través del fuego por mí? —lo reta.
—Sí —replica él, aceptándolo sin dudar.
—¿Te tatuarías mi nombre en el culo?
—Seguramente.
—¿Beberías sangre de vaca en mi honor?
—Estás poniéndolo jodidamente difícil —responde él con una enorme sonrisa.