El desarrollo del campo científico se puede considerar como un escenario siempre en construcción. A lo largo de este proceso constructivo, la ciencia ha presenciado dos procesos que a veces se perciben como distantes e irreconciliables y a veces complementarios: por un lado, una tendencia a la profunda especialización disciplinaria y, por otro lado, una tendencia interdisciplinariedad. Los debates y las discusiones en torno a este doble proceso aun forma parte de la vida académica e intelectual. No existe campo alguno en el que se hable de ello. Son discusiones que están en el orden del día. Esta característica del campo científico enriquece no solo la reflexión por la dinámica de la ciencia misma, sino también por el papel que esta cumple en la sociedad. Sobre todo en aquellos espacios académicos y de formación, como las universidades en donde residen comunidades académicas que la animen y le den vida.