Rodéate de gente que tenga los mismos valores que tú y convéncete de que eres una persona de gran importancia. Los jóvenes que se mantienen firmes, que se niegan a jugar con los demás, a beber alcohol, a fumar, a tener sexo por simple placer, a hacerse daño a sí mismos, no son maricones, como suelen gritarles los demás, son verdaderos hombres de los que cada vez hay menos.