Cuando sientas pánico, no te fijes en la gente, fíjate en el claro».
Buen consejo en el golf. Buen consejo para la vida. En vez de concentrarse en el temor, concentrarse en la solución.
Eso fue lo que Jesús hizo.
Eso fue lo que David hizo.
Eso es lo que nos exhorta a hacer el autor de Hebreos. «Corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe» (Hebreos 12.1-2)