es
Jaime Bayly

No se lo digas a nadie

Notify me when the book’s added
To read this book, upload an EPUB or FB2 file to Bookmate. How do I upload a book?
  • Melody Andersonhas quoted3 days ago
    Luego fue al malecón, cuadró el carro en una calle tranquila, armó un troncho y lo fumó contemplando el mar, pensando en ella.
  • Melody Andersonhas quoted3 days ago
    Joaquín sonrió. El vigilante no tardó en regresar con una caja de preservativos.

    —No me dejan dormir los cacheritos, carajo —dijo, y le dio los preservativos—. Compre sus condones con la debida anticipación, pues, joven. No hay que dejar las cosas para el último momento.
  • bnavia191has quoted4 days ago
    —No —dijo, y tosió fuertemente—. Pero no eres el hijo que me hubiera gustado tener.
  • Melody Andersonhas quoted4 days ago
    —Lo siento, soy una cojuda —dijo Alexandra.

    —Así es, eres una gran cojuda —dijo Joaquín, sin poder ocultar la rabia que sentía hacia ella.

    —Cállate, malo, yo me puedo decir cojuda, pero tú no, ¿ya? —dijo ella, levantando la voz.
  • Melody Andersonhas quoted5 days ago
    Había aprendido esa expresión de un tío abuelo suyo, que solía decirla antes de ir al baño. Ella se rio, tapándose la boca.

    —¿Se mueren de hambre los chilenos? —preguntó.

    —Están hambrientos los pobres, ya les toca comer —dijo él.

    —Apúrate, apúrate, yo te cuento lo que te pierdes —dijo ella, riéndose.
  • Melody Andersonhas quoted5 days ago
    Odio sentarme en la última fila —dijo ella—. Parece que hubiésemos venido a chapar.

    —Hemos venido a chapar —dijo él, con una sonrisa coqueta.

    Ella se rio.

    —Joaquín, compórtate, por favor —dijo.

    —Mira, se me ha parado —dijo él, tocándose entre las piernas.

    —Hola, junior —dijo ella, sonriendo, y tocó a Joaquín entre las piernas.
  • Melody Andersonhas quoted5 days ago
    Permiso, señora —dijo.

    —Permiso, señora —lo remedó Adriana, poniendo cara de tonta—. Me hubieras pedido permiso antes de manosear a mi hija delante mío, sinvergüenza.

    Alexandra y Joaquín salieron del cuarto tan rápido como pudieron.

    —Vieja menopáusica —gritó Alexandra, y tiró la puerta.

    —Puta, puta —gritó Adriana.
  • Melody Andersonhas quoted5 days ago
    Cuando estuvo seguro que Adriana estaba dormida, salió de la cama plegable y se pasó a la cama de Alexandra.

    —Joaquín, no seas loco, ¿qué haces aquí? —susurró Alexandra, asustada.

    —No puedo dormir —susurró Joaquín—. Un ratito nomás.

    —Si la vieja se despierta, nos mata.

    Él la acarició en las piernas.

    —Estás calientita —susurró.

    —Joaquín, mejor no, me cago de miedo —susurró ella.

    —Tranquila, no va a pasar nada —susurró él—. Con miedo es más rico.
  • Melody Andersonhas quoted8 days ago
    En las vacaciones de tercero de media me fui a esquiar a Chile con una amiga del colegio y sus papás. Un día estábamos en la nieve y teníamos que subir en esas cabinas que van colgadas a una altura maldita. Creo que se llaman funiculares, ¿no? Yo, por supuesto, me cagaba de miedo.
  • Melody Andersonhas quoted8 days ago
    El fin de semana siguiente, Joaquín y Alexandra viajaron al Cusco. Él la invitó, y ella se atrevió a viajar sin permiso de sus padres.

    —Los incas solitos no hicieron esto ni cagando —dijo ella, mirando las ruinas de Machu Picchu—. Esto tienen que haberlo hecho los marcianos.
fb2epub
Drag & drop your files (not more than 5 at once)